EL SALTO DE KAUFMANN PAOLA

$11.583
Entregas para el CP:

Medios de envío

Compartir

Ganadora del Premio Planeta 2005 Era como si la naturaleza le hubiera dado todo, la inteligencia, el humor, la angustia, el don de la literatura. Parecía destinada a ser una de las grandes escritoras argentinas. Tal vez ya lo era cuando nos dejó. Abelardo Castillo Cada cuento de Paola Kaufmann pone en juego la posibilidad de otra vuelta del destino. Estos relatos capturan al lector de manera inmediata y narran con magistral potencia mundos diversos y singulares, con personajes de distintas procedencias. Algunos se enuncian como historias cotidianas que adquieren lógicas privadas siempre sorprendentes; otros, describen una soledad extrema. De manera poderosa y sutil, este libro reúne las historias de Bruno, el hombre que, a punto de saltar desde la cima del acantilado, mira el abismo que parece guardar para él un secreto; la de Yakumo, el muchacho que conoció el kanashibari, castigo que dura tanto como tarda el culpable en pedir perdón; las peripecias de Oscar Wilde en su insólita visita al pueblo minero de Leadville, en Estados Unidos; el contrapunto de Cristina, secretaria ácida y resuelta, con una araña; el estremecedor encuentro de la ninfómana con el trepanador; el pasaporte al vacío de la chica Cosmo que tiene un frigobar como mesita de luz; el gesto disparatado de un telefonista que comunica los llamados a la Antártida el último día del año; el misterioso encuentro de un maestro de yoga con un moribundo. La mirada ávida de Paola Kaufmann contiene el humor que encuentra su lugar más allá de la ironía; la tersura y la tensión del lenguaje dan la talla de una escritora notable. Cerrada por una muerte prematura, la obra de Paola Kaufmann se abre al lector como un mundo completo, como una promesa cumplida. Había sin duda ficciones futuras esperándola, pero en los libros que nos dejó ya está la escritora en totalidad: sus novelas, a la vez delicadas y poderosas, de cuidada escritura; sus cuentos, en los que lo trágico de las peripecias o de la soledad de los protagonistas se alternGanadora del Premio Planeta 2005 Era como si la naturaleza le hubiera dado todo, la inteligencia, el humor, la angustia, el don de la literatura. Parecía destinada a ser una de las grandes escritoras argentinas. Tal vez ya lo era cuando nos dejó. Abelardo Castillo Cada cuento de Paola Kaufmann pone en juego la posibilidad de otra vuelta del destino. Estos relatos capturan al lector de manera inmediata y narran con magistral potencia mundos diversos y singulares, con personajes de distintas procedencias. Algunos se enuncian como historias cotidianas que adquieren lógicas privadas siempre sorprendentes; otros, describen una soledad extrema. De manera poderosa y sutil, este libro reúne las historias de Bruno, el hombre que, a punto de saltar desde la cima del acantilado, mira el abismo que parece guardar para él un secreto; la de Yakumo, el muchacho que conoció el kanashibari, castigo que dura tanto como tarda el culpable en pedir perdón; las peripecias de Oscar Wilde en su insólita visita al pueblo minero de Leadville, en Estados Unidos; el contrapunto de Cristina, secretaria ácida y resuelta, con una araña; el estremecedor encuentro de la ninfómana con el trepanador; el pasaporte al vacío de la chica Cosmo que tiene un frigobar como mesita de luz; el gesto disparatado de un telefonista que comunica los llamados a la Antártida el último día del año; el misterioso encuentro de un maestro de yoga con un moribundo. La mirada ávida de Paola Kaufmann contiene el humor que encuentra su lugar más allá de la ironía; la tersura y la tensión del lenguaje dan la talla de una escritora notable. Cerrada por una muerte prematura, la obra de Paola Kaufmann se abre al lector como un mundo completo, como una promesa cumplida. Había sin duda ficciones futuras esperándola, pero en los libros que nos dejó ya está la escritora en totalidad: sus novelas, a la vez delicadas y poderosas, de cuidada escritura; sus cuentos, en los que lo trágico de las peripecias o de la soledad de los protagonistas se alterna con un humor ácido, un humor de género femenino difícil de encontrar. Una gran escritora argentina que nos espera en sus libros. a con un humor ácido, un humor de género femenino difícil de encontrar. Una gran escritora argentina que nos espera en sus libros.